¿Manzana Podrida o Buen Huevo?
Este artículo fue traducido con la ayuda de la Inteligencia Artificial.
Todos sabemos que hay jefes terribles por ahí. Los empleados están sobrecargados de trabajo, mal pagados y tendrían suerte si pudieran pasar sus vacaciones en una verdadera escapada. Pero tampoco podemos dejar a todos los empleados sin responsabilidad. Algunas oficinas están plagadas de quejicas crónicos y personal exigente que convierten toda la atmósfera en una pesadilla. ¡Es hora de empacar tu almuerzo y explorar la oficina con nosotros, incluyendo lo bueno, lo malo y lo feo!
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1. La Gente Se Queja
Ya sean clientes o compañeros de trabajo, las personas evitan a los empleados difíciles. Los clientes suelen ser menos reticentes a expresar su opinión, por lo que las críticas negativas de ellos ya son lo suficientemente malas, pero cuando estas vienen de dentro de la empresa, generalmente hay un problema mayor.
2. Te Quejas
Por otro lado, los malos empleados a menudo son su propio Negativo Nelly. Siempre hay algo de lo que quejarse, siempre hay algo que harían de manera diferente, etc. Es una cosa no gustar de los problemas obvios en una empresa, pero es otra encontrar defectos en cada pequeña cosa.
3. Siempre Llegas Tarde
Todos hemos llegado tarde alguna vez, ¡y los buenos jefes entienden que la vida se interpone! Sin embargo, no hay razón para aprovecharse de los empleadores de buen carácter. El retraso no solo te hace quedar mal, sino que también interrumpe la producción para todos los demás. Llega a tiempo, incluso si detestas tu trabajo.
4. Demandas Constantes
La vida a veces se vuelve un poco complicada, interrumpiendo nuestras rutinas o pesando en nuestra psique. Los buenos gerentes proporcionan días para la salud mental, o al menos, una palabra amable frente a los obstáculos. Ahora, una suave solicitud de tiempo libre no es el fin del mundo, pero las demandas constantes demuestran que un empleado es difícil de tratar .
5. No estás motivado
No hay duda—algunos trabajos te agotan por completo. No es maravilloso encerrarte en un cubículo todos los días, pero sigue siendo un empleo. No tienes que revolucionar el ambiente laboral, pero aún así debes mantener la motivación suficiente para realizar el trabajo.
6. Siempre Chismeando
Estaríamos mintiendo si dijéramos que nunca participamos en pequeños chismes. ¡Después de todo, no hay nada como un buen derramamiento de té! Sin embargo, hay un tiempo y un lugar, y los empleados que no hacen más que chismear se revelan a sí mismos como el problema.
7. Nunca Presentándose
La impuntualidad ya es suficiente problema, pero algunos empleados también se han desconectado mentalmente. Eluden deliberadamente las reuniones, no hacen ningún esfuerzo para proporcionar retroalimentación y simplemente no les importa. Hay una diferencia entre hacer un trabajo rutinario y no hacerlo en absoluto.
8. No Aceptas Bien las Críticas
Las evaluaciones de rendimiento no son personales! Los buenos jefes te ayudan a tener éxito, ofreciendo retroalimentación constructiva para asegurar que todos trabajen en conjunto. La inmadurez emocional conduce a mucho resentimiento o decisiones precipitadas, como renunciar o reunirse con recursos humanos.
9. Un Ego Enorme
La confianza en el trabajo puede ayudar a asegurar promociones...pero el exceso sólo hace a alguien presuntuoso. Nadie, desde el jefe hasta tus compañeros de trabajo, quiere lidiar con un ego inflado, ¡así que es hora de desinflar esa gran cabeza!
10. Apropiándose de Todo el Crédito
¡Hola, felicidades por un trabajo bien hecho, —no, no a ti. Estamos hablando de la persona que hizo todo el trabajo real! Puede ser difícil, pero se debe dar crédito a quien lo merece. Si no te gustaría que alguien te haga eso a ti, no se lo hagas a los demás.
Ahora que hemos cubierto algunas señales de alerta, es hora de sumergirnos en las positivas.
1. Eres Confiable
Los empleados confiables son los que más prosperan; llegan a tiempo, se esfuerzan y demuestran que su trabajo es importante. Dicho esto, ¡no permitas que tu jefe se aproveche de ti tampoco! Puedes ser confiable sin responder llamadas después del horario de trabajo o asumiendo responsabilidades que no corresponden a tu nivel salarial.
2. Liderazgo
Los jefes no quieren pasar todo el día cuidando a los empleados. Aunque no necesites liderar siempre, los empleadores valoran cuando puedes guiar a un pequeño equipo o hacerse cargo de una reunión. ¡La capacidad de liderar es la capacidad de crecer!
3. Puedes Adaptarte
Hablando de crecimiento, a los jefes les encantan los empleados que se pueden entrenar. La adaptabilidad muestra que puedes tomar dirección y mantener la eficiencia ante el cambio. Por supuesto, existe una línea muy fina entre adaptarse y recibir una tarea completamente fuera de lo común — ¡mantén tus mejores intereses en cuenta también!
4. Las Personas te Admiran
Los empleados deficientes se quejan o son objeto de quejas, mientras que los buenos empleados han ganado el respeto de todos a su alrededor. Ya sea que la gente te pida directamente o que tu jefe confíe más en ti, siempre es una buena señal cuando alguien te admira.
5. Haces las Preguntas Importantes
¡Nunca tengas miedo de hacer preguntas! Los buenos empleadores se toman el tiempo para responder consultas, así que pregunta sobre tu salario en la entrevista. Interroga acerca de lo que se espera de ti día a día. Si los jefes evaden las preguntas, es más reflejo de ellos que de ti el preguntar.
6. Comunicación Abierta
La comunicación es esencial. Los buenos empleados mantienen abiertas sus puertas al feedback y a las instrucciones, y los buenos jefes deberían hacer lo mismo. Independientemente de dónde te encuentres en la escala corporativa, la transparencia beneficia a todos.
7. Dispuesto a Aprender
No estamos diciendo que tengas que tomar clases en tu tiempo libre (aunque algunos empleados lo hacen)! Sin embargo, estamos diciendo que deberías estar dispuesto a mejorar. Aprender de los miembros del equipo o incluso de los empleadores puede hacer que un trabajo sea mucho más agradable.
8. Eres un Jugador de Equipo
Te guste o no, muchos trabajos implican trabajar en equipo. Puede que no te lleves bien con todos los empleados, pero demostrar que puedes trabajar con ellos sin importar las circunstancias, destaca tus habilidades para resolver problemas. También, es buena idea fomentar el compañerismo en el lugar de trabajo.
9. Muestra Mejoría
Los empleadores siempre notan cuando sus empleados mejoran. Ya sea sentándose para las evaluaciones de rendimiento o desarrollando habilidades en tu propio tiempo, la mejora demuestra adaptabilidad, y te coloca al frente de la fila para las promociones.
10. Tomas la Iniciativa
Es importante no ser demasiado entusiasta, pero un poco de iniciativa puede ser muy beneficioso. Demostrar que estás dispuesto a esforzarte un poco más y que puedes manejar el cambio, hace saber a los demás que eres algo especial.